A veces podemos llegar a creer que tener una adicción es algo propio de un estilo de vida determinado en el que tiene que ver el azar, tu situación personal, tus vivencias, etc. Pero lo cierto es que una adicción va más allá de todo esto. Hablamos con Montse Martínez, coordinadora terapéutica de Triora Alicante para que nos aclarase más sobre la enfermedad de la adicción. Os dejamos con lo que nos remarcó en la entrevista.
Lo primero que nos remarcó Montse Martínez es que la adicción es una enfermedad multifactorial. Existe un factor congénito -genes-, un factor ambiental y un factor psicológico que determina que los usuarios de sustancias psicoactivas puedan desarrollar la enfermedad de adicción. Todo esto, en muchas ocasiones, impide que el individuo sea consciente de tener un problema de adicción y de sus consecuencias negativas.
Es por ello que detectar a tiempo una adicción resulta clave para facilitar su recuperación. Esta recuperación es un proceso que requiere siempre de ayuda profesional como la que ofrecen las clínicas de tratamiento de adicciones Triora.
En la mayoría de los casos, cuando se detecta la adicción, la enfermedad ya puede llevar un tiempo bastante importante de evolución, lo cual retrasa y agrava la solución de un problema que, en la mayoría de los casos, el propio afectado no es consciente de sufrirlo.
“En el momento que el consumo de sustancias o conductas de tipo adictivo empiezan a coger demasiado protagonismo en la vida de la persona, y se empieza a eludir las responsabilidades personales, es el momento de estar alerta”, advierte Montse Martínez, coordinadora terapéutica de Triora Alicante.
Entre los signos que pueden ayudar a detectar que la persona tiene un problema de adicción, se encuentran: los cambios en el aspecto físico, como puede ser el descuido del aseo personal y la aparición de sangrados nasales, secreciones nasales, ojos irritados o pupilas dilatadas.
Otros síntomas propios del adicto se encuadran en los cambios en el estado de ánimo, con apariciones bruscas de episodios de irritabilidad o de depresión, junto a una tendencia a pasar más tiempo a solas y desinterés por realizar actividades.
Montse Martínez, coordinadora terapéutica de Triora Adicciones Alicante
También son significativas las alteraciones en el normal desempeño laboral. El adicto deja de asistir con regularidad al trabajo y busca excusas para ello. Está más distraído, su rendimiento en el trabajo baja y deja citas colgadas sin ninguna excusa hasta el punto de que comienza a ser amonestado por ello.
El campo de las relaciones familiares y sociales también se ve notablemente afectado por la adicción. “La persona adicta tiende a un mayor grado de aislamiento, con cambios en el grupo de amigos. Empieza a tener dificultades con los hijos hasta el punto de molestarles y comienzan a darse conflictos con la pareja. De repente se vuelve más huraño, se encierra y, cuando sale, lo hace sin ningún tipo de control”, detalla la directora terapéutica de Triora Alicante.
También se observan cambios en las pertenencias, hábitos de consumo y rutinas diarias. Aparece dinero sin conocer la procedencia, hay envoltorios sospechosos y restos de sustancias en la habitación, se producen fases de falta de apetito alternadas con episodios de hambre descontrolada y problemas frecuentes de salud junto a molestias físicas como dolores de cabeza, resfriados, rojez en los ojos o irritación en la garganta, entre otros.
Montse Martínez recomienda que “cuando veamos estos signos en un familiar, amigo o compañero, tenemos que ser conscientes de que nos enfrentamos a un problema y sentarnos delante de la persona y, con calma, mostrarle nuestra preocupación, sin juzgar, sino tendiéndole la mano, ofreciéndole nuestra ayuda, porque muchas veces él o ella no quiere ser consciente o no es capaz de ver lo que le ocurre”.
“En primer lugar, la familia debería tener una reunión sin el adicto, para ir todos en una misma línea de discurso. El segundo paso es tener una reunión familiar con la persona, para hacerle entender lo que está ocurriendo. Si esta actuación fracasa, es necesaria una ayuda profesional para hacer una intervención familiar”, añade la coordinadora terapéutica de Triora Alicante.
Martínez subraya que, para poner solución a un problema de adicción, “indudablemente hay que buscar ayuda profesional en un centro especializado con un tratamiento médico-terapéutico, como es Triora Alicante, donde el paciente, tras reconocer la existencia del problema, toma conciencia de lo que le ocurre y comienza un programa que le permite salir de su adicción”.
El tratamiento consta de varias fases de unas 6 a 12 semanas de duración. Una primera fase de desintoxicación, que es la retirada de la sustancia a nivel orgánico; la siguiente fase es la de deshabituación, romper los hábitos adquiridos con la adicción, y finalmente la rehabilitación.
En este post anterior os hablábamos del método integral que ofrece Triora Alicante para superar las adicciones.
Triora Alicante es un centro abierto, con terapias individuales y grupales, donde se combina el tratamiento médico y terapéutico con hábitos de vida saludables como el deporte o la alimentación. A través del Modelo Triora se trabaja la parte física, psicológica y personal del individuo. “El objetivo es volver a recuperar el sentido a la vida, para luego volver al día a día con herramientas que ayuden a la persona a tener una vida normalizada a todos los niveles, sin riesgo de recaída”, remarca la terapeuta de Triora Alicante.
Más información en triora.es
*Imágenes cedidas por Triora Adicciones
*Photo slide by Nik Shuliahin on Unsplash
Triora Alicante
www.triora.es
965 150 0965
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