Desde hace unas décadas, con la revolución informática, internet y las redes sociales, ha habido tantísimos cambios sociales y económicos, que además han sucedido tan rápido, que han ocasionado que el ser humano haya tenido que adaptarse a muchas novedades a marchas forzadas. Y además sin manual de uso. Así, a toda velocidad y sin precedentes, asistíamos a la nueva manera de entender nuestro negocio, anunciar nuestras bondades, asistíamos a la nueva manera de comunicarnos con nuestros clientes, a la nueva manera de vender nuestros productos, incluso a la nueva manera de fabricarlos...
Quizá por este camino vertiginoso de la actualización informática nos perdimos un poco a nosotros mismos. Quizá perdimos humanidad, compañerismo, y capacidad de apoyar causas externas a la nuestra propia. Quizá perdimos perspectiva. Estos años nos han vendido tanto que teníamos que estar en el cresta de la ola de la tecnología, de la comunicación, de la innovación, de la efectividad, de la perfección... que tuvimos que aligerar peso abandonando la esencia de nuestro negocio, de nuestra idea, de nuestra empresa, de nuestra manera de ser.
Así que dándole vueltas a esta idea de cómo hemos llegado hasta aquí, con el planeta asfixiado, con la humanidad por los suelos, con la inteligencia artificial llamando a nuestra puerta, con la tecnología abduciéndonos, con nuestro autoestima desenfocado... Dándole vueltas, y obviamente entendiendo y teniendo en cuenta las consecuencias fatales que puede tener este virus, casi me parece que este parón del COVID-19 es necesario.
Y es que puede que este parón forzado nos venga bien para coger aire, para sentir que ese aire, más limpio que el de ayer, nos llena este cuerpo de carne y hueso -que no tiene cables ni botones de encendido y apagado por muy inteligente que sea-. Puede que con ese nuevo aire podamos conectar de nuevo con lo que somos realmente: seres humanos conviviendo en sociedad. Con algo que oferecer y con capacidad de corresponder.
Es interesante cómo se están dando casos de apoyo y solidaridad, de amor y de cariño entre los diferentes sectores. El aplauso al personal sanitario, el reconocimiento a aquellos que llevan comida a los supermercados y los que se encargan de distribuirla y venderla. El apoyo a los farmacéuticos y a todos aquellos profesionales al pie del cañón que no vemos. Las personas que se ofrecen en cada urbanización y comunidad a hacer la compra, a salir a por medicamentos y demás necesidades por aquellos que no pueden. Es impresionante ser testigo de estos gestos.
Cuando hay catástrofes naturales, por ejemplo, vemos apoyos sociales impresionantes. Pero esta vez que la pandemia llega a todos, que toca a los de arriba, a los de abajo y a los de en medio, la respuesta está siendo enternecedora y sobrecogedora. Y masiva, y unida, y amorosa. Como solamente los seres humanos sabemos hacerlo. Las máquinas no.
Así que después de estos primeros días de aislamiento, y con la incertidumbre todavía en el cuerpo, bien anclada y haciéndose sitio para los días que quedan por llegar, soñamos con que este parón nos haga reflexionar sobre nuestros valores individuales y colectivos.
Soñamos que nos haga reflexionar sobre nuestra manera de consumir, nuestra manera de gastar, nuestra manera de alimentarnos, nuestra manera de vestirnos, nuestra manera de socializarnos, de relacionarnos...
Soñamos con que este parón nos de luz y comencemos a valorar lo verdaderamente importante en la vida, y lo que importa en la economía y lo que importa en la comunicación y lo que importa en nuestro negocio: que sea una acción o actividad que nos ayude a todos, que nos beneficie como sociedad, como especie.
Durante y después de este parón podríamos aprovechar para recordar y recuperar los valores reales que nos hacen humanos, que nos acercan los unos a los otros y que nos hacen formar parte de una comunidad.
Y es a partir de aquí, de esto que se ha comentado, que en Ocio Magazine reflexionamos sobre nuestros principales valores como empresa, como idea, como servicio. Y es desde aquí que os invitamos a uniros a este movimiento y a mantenerlo vivo y renovado.
En Ocio Magazine Alicante apoyamos y promocionamos restaurantes, bares, tiendas, museos, salas de arte, locales de ocio, ideas y proyectos de la Provincia de Alicante. Desde hace 15 años nuestra labor de divulgación no ha cesado y hoy más que nunca queremos aportar nuestro granito de arena y continuar propagando las bondades de nuestra gente y de sus proyectos.
A partir de esta semana haremos una programación especial adaptada a los momentos que estamos viviendo. Esperamos que os sirva de ayuda durante este retiro.
Cuidarse.
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