Un desayuno en el taller de Sandra, de Naranja y Madera

Sandra tiene un torrente creativo que corre por sus venas, le viene de familia y no lo niega, lo expresa día tras días con sus manos a través de sus encuadernaciones y de sus creaciones artesanales con cartón, telas, pieles... Esta mujer autodidacta ha conseguido hacer de su habilidad su profesión, un camino difícil y admirable. Reconoce que quiere aprender mucho más, que su carrera frustada es Bellas Artes y no renunciará a ese sueño nunca: "Me matricularé en breve o cuando me jubile, pero la quiero hacer". Tras dos años y medio con su taller abierto hace balance de todo. Nos cuenta que ahora se siente más centrada y decidida a hacer de la encuadernación artesanal su modo de vida. No os perdáis esta entrevista de Protagonistas de Ocio, merce la pena leerla.

Sandra, llevas con este negocio aproximadamente dos años y medio, cuéntanos ¿qué hacías antes de abrir el taller?: Pues yo soy diseñadora gráfica, vengo de ese mundo. Lo aprendí con unos amigos diseñadores, luego me apunté a una escuela y además aprendí mucho por mi cuenta. Trabajé en un estudio de fotografía y luego estuve unos tres años en una agencia haciendo proyectos completos de diseño web.

¿Y qué pasó para que cambiases de tercio?: Pues lo que le ha pasado a mucha gente, la famosa crisis. Yo me veía venir el panorama, como mucha otra gente, y digamos que aproveché la oportunidad para dedicarme a algo que me gustaba realmente y me llenaba, la encuadernación.

¿Pero antes ya hacías tus pinitos en este oficio de la encuadernación?: No, yo siempre he sido muy habilidosa y desde pequeña me gustaba mucho pintar y hacer manualidades. Además siempre he hecho cosas con cuero y pieles, pero el mundo de la encuadernación lo descubrí viendo un reportaje en televisión. Cuando lo vi me dije: "yo quiero aprender a hacer esto", y me puse manos a la obra.

Por aquél entonces todavía trabajabas en la empresa de diseño, pero ni corta ni perezosa empezaste a investigar sobre este oficio, ¿cómo surgió todo?: Yo soy de Salamanca, en un viaje a mi tierra visité un mercado de artesanía, en él había un puesto con dos chicas encuadernadoras vendiendo sus creaciones. Me acerqué a ellas y les pregunté si me enseñarían a hacer eso y aceptaron.

Arreglamos un curso en mi siguiente visita y aprendí mucho con ellas, luego fueron estas mismas chicas las que me dijeron que en Alicante había una escuela de encuadernación, se llamaba La Llar del Llibre, allí estuve aprendiendo también bastante tiempo pero me quedé embarazada de mi segunda hija y lo tuve que dejar.

Eres bastante autodidacta por lo que se ve: Sí, a parte de los talleres y cursos que he hecho he aprendido mucho por mi cuenta, creo que eso es una virtud. Además me muevo bastante, también hice cursos en Madrid para seguir aprendiendo más y más. Con todo este conocimiento empecé a hacer cositas para mis amigos y familiares.

Y llegó el día en el que te tuviste que plantear qué hacer con tu vida: Claro, lo de la crisis se veía venir, quiero decir, todo el mundo sabe que está esa posibilidad y yo me lo tomé como la oportunidad para hacer algo que realmente me gustase, me llenase, y así alejarme un poco de los ordenadores.

Empezaste con el nombre de DALE QUE DALE y en una casa que te dejó una amiga ¿no es así?: Sí, una amiga me dejó una casa que tenía sin ocupar para que pudiese empezar y me sentí muy identificada con el nombre de DALE QUE DALE, la imagen era una peonza, objeto con el que también me sentía bastante identificada porque le doy muchas vueltas a todo, de mirarlas desde muchos puntos de vista, de caerse de levantarse... Además ofrecía una gran diversidad de servicios de diseño gráfico y encuadernación. Así estuve un año y medio.

¿Qué pasó después?: Pues al aumentar la familia tuvimos que buscar una casa nueva y nos decidimos por esta, aquí en Finestrat. Buscamos una casa con algún espacio para mi taller. A nivel profesional he madurado, mis ideas se han asentado y ya no me sentía identificada con ese nombre, así que me lo cambié a NARANJA Y MADERA. Con esta imagen mucho más depurada y más seria y profesional representa este momento de ahora en el que tengo mis objetivos claros y lucho por ellos cada día.

Esos objetivos que no son otros que poder seguir viviendo este mundo que te apasiona que es la encuadernación: Exactamente, este mundo que me encanta, que me ilusiona y me hace feliz. Desde que puedo dedicarme a esto en cuerpo y alma mi familia me ve más feliz, se me nota en la cara y están encantados, obviamente. Y yo también (risas).

¿Qué es lo que más te piden?: Pues lo que más me piden hacer son álbumes para bodas, libros de firmas, encuadernaciones artísticas, encuadernaciones de proyectos de arquitectos... Me encantan este tipo de trabajos. También hago cartas para restaurantes, a algunos les he diseñado los interiores también. Las cartas las hago con unas tapas vinílicas que se pueden limpiar fácilmente y son muy resistentes, además están hechas a mano, como todo lo que hago.

La verdad es que se nota en los acabados, en la calidad de los materiales, en el tacto... Este tipo de artículos son únicos, son muy bonitos Sandra: Gracias, de verdad, así es, cada pieza es única. Este oficio me ha enseñado a hacer cosas muy bonitas que gustan mucho a la gente, es un oficio precioso.

Aunque todos sabemos que estos oficios son muy bonitos aunque muy, muy duros: Sí, así es. Es duro el oficio y es duro ser madre, autónoma, hacerte cargo de todo lo que supone tu negocio, sacar adelante tu trabajo... Es muy duro. Como cualquier otra autónoma con familia trabajo durante el horario escolar y cuando los pequeños se acuestan. Me encantaría poder salir más de comercial, ir a más ferias, impulsar mi página de venta online, organizar cursos y muchas más cosas, pero no siempre se puede.

¿Cuáles son tus próximos objetivos?: Pues quiero organizar una seria de talleres de encuadernación de fin de semana aquí en el taller para todo aquel que quiera iniciarse o perfeccionar la técnica de encuadernación. Me gustaría que fuese algo muy ameno, invitarles a comer, enseñarles todo y que se vayan con una caja y un álbum hechos por ellos. Me encanta el contacto con la gente, me encanta que vengan a mi taller, ver a la gente en ferias...

También quiero potenciar más la venta online, tengo una serie de artículos hechos a mano, álbumes, libretas, cajas para CD's... me gustaría ampliar la oferta también.

¿Qué balance haces de todo este tiempo?: Hago un balance positivo porque, pese a que cuesta mucho sacar este tipo de negocios tan artesanos adelante, la experiencia es buena, hago lo que me gusta y soy feliz. Este trabajo me ilusiona tanto que si tuviese que pedir un deseo desearía poder vivir de él toda la vida.

Bueno, ya estamos acabando la entrevista, dinos ¿te gusta cocinar?: Me gusta cocinar pero cuando tengo tiempo, me encanta.

Pues danos una receta: Os doy la receta de mi masa de pizza: un vaso de cerveza, un dedo de aceite y la harina que admita, ya está, simple y riquísima. A mí me gusta ponerle queso Philadelphia, tomate y verduras.

NUESTRA SHORT LIST:

Una manía: Soñar despierta

Qué destacarías de ti: La constancia y el ser resolutiva

Tu comida favorita: Un buen desayuno, me gusta despertarme cuando todos duermen y desayunar tranquila

Lugar favorito de la provincia: Finestrat me encanta

Si te tuvieses que ir a una isla desierta qué te llevarías: A mis hijos

Sitio para cenar: La Sidrería Escondida de Murcia

Prenda fetiche: Los bolsos

Un capricho: Hacer un viaje sola, sin marido ni hijos

Para desconectar: Salir de la rutina

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Descubrimos a Sandra de Naranja y Madera por casualidad, como se descubren las cosas bonitas de verdad, esas que te enganchan y te pasas mirándolas horas y horas. Su trabajo nos apasiona, nos vuelven locas las personas autodidactas como ella, que luchan por lo que les gusta realmente. Personas a las que nadie les ha regalado nada, que tienen que pelear día tras día por salir adelante y siempre con la sonrisa en la cara. Personas como Sandra nos inspiran, nos dan alas y nos ilusionan, por eso queremos ofrecer esta ventana al mundo que es nuestra web para que todos las conozcáis. Gracias Sandra por abrirnos las puertas de tu casa, gracias por ser como eres y luchar por tu sueño.